Aplicando técnicas de eficiencia energética se puede reducir en un 70-90% la demanda de energía para calefacción y aire acondicionado.
El papel del aislamiento
El aislamiento es un elemento clave en la lucha contra el cambio climático. Puede ayudar a reducir el actual derroche innecesario de combustibles fósiles en los edificios, responsables del 40% del consumo de energía de la UE y los EE.UU. y de una gran parte de las emisiones de CO2 causadas por el hombre.
El aislamiento ahorra energía
El aislamiento es una de las medidas más rentables para reducir la demanda de energía. Este hecho está documentado por parte de varias fuentes fidedignas.
Un buen aislamiento cumple la doble función de mantener el edificios aislado del frío, y evitar que el edificios se convierta en una sauna. El aislamiento impide que el calor entre en el edificio a través de las cubiertas y las fachadas, y por lo tanto reduce la necesidad de aire acondicionado.